Tratado de impaciencia número 10

Aquella noche no llovió,

ni apareciste disculpándote,

diciendo, mientras te sentabas,

"perdóname si llego tarde".

No me abrumaste con preguntas,

ni yo traté de impresionarte

contando tontas aventuras,

falsas historias de viaje.

Ni deambulamos por el barrio

buscando algún tugurio abierto,

ni te besé cuando la luna

me sugirió que era el momento.

Tampoco fuimos a bailar,

ni tembló un pájaro en tu pecho

cuando mi boca fue pasando

de las palabras a los hechos.

Y no acabamos en la cama,

que es donde acaban estas cosas,

ardiendo juntos en la hoguera

de piel, sudor, saliva y sombra.

Así que no andes lamentando

lo que pudo pasar y no pasó.

Aquella noche que fallaste,

tampoco fui a la cita yo

Vyšlo na albech